sábado, 19 de septiembre de 2015

PALADEO FRASES


FOTO PROPIA
                       
Paladeo frases que tienen el sabor turbio de la última palabra pronunciada, de esas que guardan el efecto caustico de volverse en contra de quien las pronuncia. No disponen de poder para dañarme en lo más íntimo sino fuese por el brillo que dejan en la mirada de quien las pronuncia. Es un semblante «robot», una sed de herir que consigue transformar los músculos de la cara, los nervios faciales y el cristalino de los ojos, y convierte a los seres humanos en fieras. Has de saber que no me engañan tus propósitos, solo dejan en evidencia el deseo y el énfasis gastado en impresionarme. Nada debería de ser tan difícil para no poder explicarlo. Guardamos cantidad desmedida de cosas rotas; aquel obsequio con forma de jarrón que se retuerce en el abandono, el plato golpeado de la vajilla Santa Clara, la única taza de un juego de café antiguo, y las fechas, tantas de ellas siendo testigos mudos de platos y más platos rotos. Son cosas cotidianas, pequeñas y viejas, que podrían acariciarnos la vida si no se rompiesen.  Pero la pronunciación de un reproche injusto; la imagen insolente de una mueca, el número exacto de la calle donde se quebró un sueño pequeñito que tantas veces te conté, repica con un eco perspicaz.  Pudimos creer que todo volvería a pegarse con cualquier pegamento pero las cosas que se rompen duelen, el pegamento escuece, y el tambor reproduce los sonidos que el corazón recuerda.  El agua se estanca y engendra reptiles que viven en la zona más oscura del alma, y ese espacio que ignoramos porque es invisible, crea zancadillas que destruyen poco a poco; la porcelana, los centímetros de distancia, y los últimos caminos que fueron recorridos para llegar a algún lugar que siempre fuese nuestro. Los silencios se multiplican, las cartas son inviernos perpetuos, y el cartero no deja respuestas en un buzón cargado de nieve. Sin embargo, creo que cruzará el frío y llegará de nuevo porque nunca podré, ni tan siquiera imaginariamente, emplear el verbo olvidar.   

Inmaculada Jiménez Gamero
SafeCreative
19 de Septiembre de 2015






jueves, 3 de septiembre de 2015

SIENDO PEZ

FOTO PROPIA
Dibujabas barquitos y olas,
y huyendo de otra muerte, mueres,
en tus pestañas la vida era agua
que alcanzaba la tierra siendo pez;
playa, orilla, luz de la mañana.
Ya no sé qué significa Europa,
ni si las casas son fronteras que nos derriban. 
Trenes que llaman aves pasan vacíos…
sin embargo el mar está lleno de muertos.
Me duele, me duele, me duele,
y más me duele todavía tu boca bebiendo la arena; 
tus manos pequeñas, tus ojos pequeños,
tus pies pequeños, tu corazón pequeño,
tu vida pequeña…que apenas perseguía horizontes,
al encuentro de un mundo sin techo.
Te has ofrecido a la muerte, coleteando,
como un delfín pidiendo auxilio,
para que no olvidemos, divina conciencia,
que la humanidad es todo, menos justa.
—La lluvia es llanto que se junta con el mío—

Inmaculada Jiménez Gamero
3 de Septiembre de 2015
SafeCreative