jueves, 28 de agosto de 2014

DÉJAME

FOTO PROPIA

Déjame que recuerde
la sensación de la mañana,
el sol templado,
la calle vacía,
el frió instante.

Déjame que busque en mis recuerdos
el calor intermitente,
la sensación de mis dedos dormidos…
los sueños… la vida…
la verdad,
la felicidad,
la verdad otra vez.

Recobrar mi vida,
mi tranquilidad,
los latidos que pernoctan,
la lluvia lenta,
los proyectos de barro,
de sosiego.
Interiorizar palabras,
llenarlas de letras de amor,
de bosque latente,
de sueños azules.

Déjame que busque
más allá del falso mundo
para andar por la hierba,
y decirte que aunque pienses que estoy loca,
no lo estoy,
sé donde tengo el corazón.

Inmaculada Jiménez Gamero
SafeCreative

9 de Mayo de 2013

EL OTOÑO

FOTO PROPIA

El otoño de mis tardes
hundiéndose en los días,
entre hojas ya quebradas
contempladas por el viento.
El silbido del recuerdo,
la despedida impasible,
latido que aprieta,
segundo que huye
sustituyéndolo todo.
El momento más eterno
que abre la cordura dormida,
impasible,
y revela las verdades
disfrazadas de ilusión,
mientras voy muriendo
en el camino perdido.


Inmaculada Jiménez Gamero
9 de noviembre de 2010

SafeCreative 

CASA TARDÍA


Cayeron todos los limones,
uno a uno, inolvidable día.
Todos abandonaron el árbol,
se besaron con la hierba dormida...
y se precipitaron a mis brazos
ante el tiempo insondable
de aquella tarde de nácar amarillo.
La luz deslizaba  su recorrido,
se buscaron todas las puestas de sol
en el horizonte lejano y mío.
La primavera presa en mis ojos
quedó encerrada para siempre
bajo el limonero de la casa tardía.


© 2014 Safe Creative
Inmaculada Jiménez Gamero
17 de Abril de 2014









NO AMANECE

FOTO PROPIA


No amanece esta mañana,
las gotas pasean su lamento
y el tejado se alarga
hasta la punta de tus pestañas.
Una ventana de auxilio
jadea sin aliento
y escribo para quedarme sin cuerpo.
Borro mi vida
que es un vacio de tinta,
soledad comprometida
que se marchita poco a poco.
El alma duele,
las estaciones agonizan,
los años que tengo para vivir…
que en realidad no existen,
abren una gruta
sin salida, sin encuentro.
Hay mañanas
que mueren de incomprensión
como mueren los niños sin futuro,
que no puedo ver.
Y les pido perdón
por no llenar sus bocas
como lleno de lágrimas
mis saciados ojos de muerte.
No amanece esta mañana,
golpeo el cristal de mis pupilas,
amor infinito.
Dios, si es que existes
pongo un sol
en el horizonte que no amanece.   

Inmaculada Jiménez Gamero
25 de Junio de 2014  

SafeCreative