jueves, 28 de agosto de 2014

CASA TARDÍA


Cayeron todos los limones,
uno a uno, inolvidable día.
Todos abandonaron el árbol,
se besaron con la hierba dormida...
y se precipitaron a mis brazos
ante el tiempo insondable
de aquella tarde de nácar amarillo.
La luz deslizaba  su recorrido,
se buscaron todas las puestas de sol
en el horizonte lejano y mío.
La primavera presa en mis ojos
quedó encerrada para siempre
bajo el limonero de la casa tardía.


© 2014 Safe Creative
Inmaculada Jiménez Gamero
17 de Abril de 2014









No hay comentarios:

Publicar un comentario