miércoles, 9 de noviembre de 2011

EN LA TUMBA DE MI PADRE



En presencia de tu ausencia,
me distancio para verte,
y aunque no estás en la tumba
yo te extraño y tengo frio.
Tú me diste esta vida,
yo te di tan poca cosa,
que entre muertos ya no es nada,
mi presencia y mi equipaje.
Y las flores que contemplo
son tan poco padre mío,
ante aquellos ojos tuyos
que recuerdo como cielos,
implorándole al destino…
No morir todavía.
Mientras habites mi mente,
seguirás vivo y presente,
y hablaremos sin distancias
desde la foto marchita
que encabeza mi escritorio.
Por la que asomas la fuerza
que tuviste estando vivo.
Hasta que mi corazón se pare,
gozaré con tu memoria
y recordaré tus manos
entregando con bondad,
todo lo que complaciese.

Inmaculada Jiménez Gamero

1 comentario: